Me llamo Martina y tengo mucho cuento

Me llamo Martina, tengo 7 años y quiero contarte una historia:

¡Mi propio cuento!

Existe una niña-princesa muy guapa de ojos castaños y corazón salvaje. Su nombre es Tina (así la llaman sus papás desde que ella recuerda) y de mayor va a ser cantante como Violetta. Tina tiene un hermano, algo así como un monstruo con forma de persona humana que se llama Tino. (Siempre he pensado que Tino venía de Martino, pero mis padres me riñen si le llamo así. Dicen que es Valentino, pero a mí me gusta más Tino a secas.)

Tina es lista y simpática, la favorita de los abuelos del pueblo. Normal, es la única normal de la familia ya que Tino no se está quieto y se comporta como un bebé todo el tiempo. Además, Tina come lentejas y verduras y por eso a ella le quieren más.

Sus padres son los mejores padres. Su madre se llama Lola (hay gente que la ve y le llama “Dolores”… pero ¿qué le va a doler? Yo siempre les digo que es Lola y que no le duele nada) y es la más guapa del reino (… ¿os he dicho que vivo en un castillo camuflado en un edificio?). Lola se dedica a cuidar de otros niños más mayores y a enseñarles cosas en el colegio. Es una súper profesora con súper poderes para enseñar hasta a los más despistados.

Papá es el mejor Rey de todos los tiempos. Tiene el pelo corto y negro con algunos blancos. Se llama Simón y es algo gordito porque come mucho (mamá siempre le dice que es de picar entre horas… Se ve que pescar engorda, por eso los peces están tan redondos…). Siempre cuenta historias de risa del trabajo y se dedica a proteger a la gente buena de la mala. Es un Rey abogado.

Tino y Tina juegan por las tardes al salir del cole. Tina como buena princesa cuida a su perro-león mascota y Tino con sus poderes hace de las suyas para salvar al mundo (yo muchas veces he disfrazado a Tino de cosas y se porta bien y me deja, ¡jugar juntos es más divertido!).

Por las noches ven dibujos todos hasta las nueve y media y los reyes mandan a Tino y Tina a la cama para soñar con sus personajes favoritos de la tele... Y así, colorín colorado este cuento… ¡no se ha acabado!

No se ha acabado porque no es una historia, ¡es mi vida de verdad!

¡¡Yo soy Tina, la princesa de mi casa!!